Parafrasear es explicar o interpretar un texto para aclarar su significado.

En la vida diaria, parafraseamos con mucha frecuencia: cuando contamos algo que escuchamos, al narrar escenas de una película o pasajes de un libro, cuando comentamos alguna noticia o un artículo periodístico. Quienes tienen hijos pequeños, en la edad del "por qué" o "qué quiere decir" pasan horas en el arte de la paráfrasis, sin darse cuenta, dándoles respuestas con innumerables explicaciones, incluso parafraseándose uno mismo.

Sin embargo, a la hora de realizar un trabajo de investigación lo sencillo se torna complicado. Parece que se perdiera la facilidad de contar con palabras propias lo que otra persona escribió. Generalmente, se cae en el error de sustituir por sinónimos las palabras de un párrafo... ¡y eso no es paráfrasis!

Paráfrasis

Una paráfrasis reafirma la idea de otro (o su propia idea publicada anteriormente) en palabras propias. Parafrasear permite resumir y sintetizar información de una o más fuentes, enfocarse en información significativa y comparar y contrastar detalles relevantes.

​Los autores publicados parafrasean sus fuentes la mayor parte del tiempo, en lugar de citarlas directamente; los autores estudiantes deben emular esta práctica parafraseando más que citando directamente.

​Cuando se parafrasee, cítese el trabajo original utilizando el formato de cita narrativa o parentética.

Aunque no es necesario proporcionar un número de página o párrafo en la cita, se puede incluir uno (además del autor y el año) cuando ayudaría a los lectores interesados a ubicar el pasaje relevante dentro de un trabajo largo o complejo (tal es el caso de un libro). Ejemplo:

Estas pautas se refieren a cuando uno lee una fuente primaria y la parafrasea por sí mismo. Si se lee una paráfrasis de una fuente primaria en un trabajo publicado y desea citar esa fuente, es mejor leer y citar la fuente primaria directamente si es posible; si no es así, utilizar una cita de fuente secundaria.